Se fue Agosto, con muchas cargas inmensas...la vida, para recordarnos que es eso, un instante que se va al origen como el globito que sube y se esfuma...
Érase un niño que salía cada mañana,
y en el primer objeto que miraba, en ese objeto se convertía,
y ese objeto hacíase parte suya durante el día o cierta parte del día,
o durante muchos años o vastos ciclos de años.
Las costumbres, el lenguaje, los visitantes, los muebles familiares, el corazón anhelante y amoroso, el afecto que no permite contradicción, el sentimiento de lo que es real, la idea de que pueda al fin no ser real,
las dudas del día y las dudas de la noche, el sí y el cómo extraños.
Todas esas cosas hiciéronse parte de aquel niño que salía cada mañana, y que ahora sale y saldrá siempre cada día.
Walt Whitman