lunes, 10 de julio de 2017

Tres relatos de un SÁBADO...

Hace días leí un libro de José Antonio Marina, un escritor al que admiro y es mi referente siempre..."Anatomía del miedo. Un tratado sobre la valentía". Más que escritor, para mí es un pensador e investigador excelente, su obra se ha derivado hacia ese campo de la inteligencia y especialmente a todo lo concerniente a la creatividad artística...
Dice Marina en su libro..."La emoción es un acontecimiento fisiológico que produce unos efectos que suelen ser conscientes o no. Cuando se vuelven conscientes aparecen los sentimientos...esto no debería sorprendernos, pues gran parte de nuestras actividades mentales son inconscientes y sólo conocemos lo que producen".

Este sábado que pasó continué en un Libro de Artista realizado con la técnica de acuarela, me lo inspiró un trozo de madera viejo que encontré en mis caminatas por la montaña y que desató un torbellino de recuerdos y memoria...


 
 La acuarela es paciencia, lo descubrí con el tiempo y hacía mucho no trabajaba de lleno con ella, sin embargo al tomarla de nuevo entre mis manos, el color y la belleza de sus mezclas y transparencias se iban fundiendo con mis recuerdos...

 
 En la tardecita leí el libro LA BARCA DE ORO, específicamente el último cuento, que fue escrito por S. Gamarra, narrador, poeta y dramaturgo, hermano de mi madre. Y dice en su contraportada.

"Para las serenatas de postín, Atilio Perdomo era el cantante, y para un acontecimiento rayano en lo luctuoso, bastaban dos vibrantes guitarras. Me acuerdo con nitidez de la última canción de las cinco cantadas: "La barca de oro". A mi edad, no podía discernir el peso de semejante significación. Más bien ahora, con los sentidos alborotados por la comprensión que brindan los años dedicados al desarrollo  de filigrana de la sensibilidad, reacciono al aplastante entramado de esa canción, al evocarla aquí en la funeraria, ante la urna con su silenciosa huésped; y me parece verla como aquella vez: vestida con un traje de fiesta, de guantes y cartera, como si también ella se fuera con su Orlando, al puerto donde se halla la Barca de Oro"

 
Y en la noche vi la hermosa película "Una pastelería en Tokio", la Revista eikyo escribió un artículo sobre esta película en la edición # eikyo 21, digno de leer.
 
El hecho es que estos tres RELATOS de este sábado pasado están atados por la EMOCIÓN... paciencia y amor.
Después de la película, mi pensamiento entrelazó estos tres acontecimientos que tienen que ver con la esencia del ser humano, que para mí es el alma.
Tendemos casi siempre a ponerle etiquetas a las situaciones y a las personas, y nos llenamos de prejuicios ante lo que sucede e ignoramos. Sin embargo casi nunca pensamos en lo que hay detrás de las cosas, de las personas, de la razón de que actuemos de una manera y no de la que se espera o quisiéramos de nosotros...
Que hay detrás de una acuarela, de un simple pastel, o de una canción...
Que hay detrás de una decisión, la verdad quizá o el deseo de bienestar...
Al final todo está increíblemente conectado en la vida y a veces ni siquiera somos conscientes de que ese acontecimiento estuvo en nuestro inconsciente por mucho tiempo!!!