Es como si todo lo que se ha ido acumulando en días de otros días se empezara a esfumar y a lavar...
Y mientras tanto se van consolidando y tejiendo nuevos proyectos...para hacer nuevos caminos.
Darío Jaramillo Agudelo es un poeta colombiano que sigo desde hace mucho tiempo, primero fue su poesía y luego fue su prosa, ambas de una belleza encantadora.
Escenas de la vida diaria
En la familia no se habla del pasado; a veces, apenas,
para recordar a los muertos ya distantes.
Discutimos sobre pequeñas cosas del día, cosas
efímeras,
y compartimos gustos elementales como los techos
altos o el sonido de la fuente
o la luz roja de la tarde sobre el ladrillo de la catedral
y hablamos de los días de viento y del verde de las
matas de la casa;
el placer más familiar es la buena mesa
que disfrutamos hablando bien de la comida
y sonriéndonos con afecto y respeto y lejanía:
así se ama la gente civilizada,
sin demasiadas efusiones, con discreción,respetando
el mundo ajeno:
la utopías políticas de mi padre, sus sueños de justicia,
las libretas de cuentas de mi madre, el boletín de la
bolsa,
la dosis de angustia que ella considera deber de toda
madre piadosa,
los paseos de sábado y domingo con su tropa de
hermanas;
los silencios de mi abuela,los momentos en que le da
vueltas el mundo,
sus dulces de diabética,sus juegos de cartas, los locos
y atinados colores de las colchas de retazos que
construye
y mis libros y mis versos y mis viajes lejos de esta
familia que amo sin saber nada de ella.
Darío Jaramillo Agudelo.
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