He tenido que andar y desandar,
atar y desatar nudos.
No son los lugares los que nos incitan
a desarrollar cosas,
somos nosotros mismos
que desde nuestro interior
iniciamos la búsqueda,
cambiamos, avanzamos...
Somos los mismos de siempre,
las mismas personas,
o perdemos nuestros rasgos propios
con el paso del tiempo...
Creo que las condiciones,
las circunstancias,
bifurcan de alguna manera
nuestro signo identificable...
La metáfora del cambio de piel
requiere muchos ajustes
para adecuarse a nuestra
humana condición,
porque a diferencia
de los animales,
no nos despojamos por completo
de lo que hemos sido,
el proceso es más dilatado...
1 comentario:
Me complace mucho esa sintonía que tienes pintura/palabra. He repasado tu blogs y en ese trance de sintonía intuyo un efecto multiplicador en mi persona, en donde ver tus colores me va dejando trazos limpios y luminosos.
No sé que extraña coincidencia existe o hay para que me gusten tus palabras.
Un abrazo cercano. Juan Pablo
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