A veces la felicidad llega sin anunciarse...
El fin de semana pasado fue nuestro encuentro taller sobre Astrología y Arte.
En la montaña, Confrides en la Sierra de Aitana.
Esa imagen representa una semilla de un árbol de los tantos que ha sembrado Francesca en su hermoso espacio.
Acer campestre. Se parece mucho a la semilla del árbol de Tipuana con la cual he trabajado mucho la Serie "Se permite soñar".
Todo se enlaza en la vida y todo cumple un ciclo.
Esas semillas tienen que ver con muchas cosas para mí.
Así como este libro de Walt Whitman. Canto a mí mismo.
Comparto un trozo del escrito, escritor que amo y admiro por lo mucho que he aprendido de su obra y que me ha transmitido e inspirado.
" No dejes que termine el día si haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños-
No te dejes vencer por el desaliento..."
Walt Whitman
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